Universidad Nacional de Colombia
Práctica de educación en el Jardín Infantil
Elaborado por: Barbara Samary Galeano Vargas, Sebastián Ramírez Cardona.
Fonoaudiología
Estimulación del lenguaje en casa

Desarrollo del lenguaje
Los niños de 4 a 5 años atraviesan una etapa crucial en su desarrollo lingüístico, caracterizada por una notoria consolidación de las estructuras gramaticales básicas. Durante este período, los pequeños ya han superado la fase de combinación de dos palabras y utilizan construcciones sintácticas más complejas que incluyen preposiciones, conjunciones y diversos tiempos verbales. En esta etapa se produce una reorganización del conocimiento lingüístico previamente implícito, permitiendo que el niño comience a reflexionar sobre el lenguaje mismo.
A los 4-5 años, el vocabulario experimenta una expansión significativa y los niños demuestran mayor precisión en la categorización semántica. Durante esta fase los pequeños empiezan a comprender y producir narraciones coherentes con secuencias temporales y causales, así como a manejar el discurso según el contexto social. Este desarrollo no es meramente acumulativo, sino que implica re descripciones representacionales en las que el conocimiento implícito se vuelve progresivamente más accesible y manipulable conscientemente.
En cuanto a la pragmática, los niños de esta edad comienzan a ajustar su lenguaje según el interlocutor, mostrando los primeros indicios de competencia metalingüística. Pueden identificar ambigüedades simples y jugar conscientemente con las palabras, evidenciando una comprensión incipiente de que el lenguaje es un sistema con reglas propias.
Basados en el desarrollo lingüístico se trabaja la conciencia fonológica, que es fundamental en el desarrollo del lenguaje y la lectura, incluye varias habilidades: escuchar y discriminar sonidos, identificar palabras dentro de frases, distinguir palabras reales de pseudopalabras, reconocer si dos palabras riman y generar rimas simples (ej. sol-gol), diferenciar palabras largas de cortas contando sílabas, aislar y manipular sílabas iniciales y finales, reconocer y cambiar el sonido inicial de una palabra, y separar sonidos en palabras de dos o tres fonemas (ej. pan: p-a-n). Todo esto se trabaja de forma lúdica para favorecer el aprendizaje.
La lectura compartida también es fundamental en los primeros años de vida, ya que aporta conocimientos sobre el mundo y fortalece el lenguaje. A través de preguntas y comentarios, se abordan el contenido de la historia, inferencias y conexiones con experiencias personales. Esta práctica incluye tres momentos clave: antes, que introduce la historia y permite explorar el libro; durante, donde se conversa con los niños mediante preguntas y variaciones en ritmo y entonación; después, donde se promueven inferencias, juicios y expresión de gustos (Flórez, R. et al., 2007). Algunas de las preguntas que deben realizarse son ¿qué crees que pasara ahora?, ¿qué fue lo que más te gusto de la historia?, ¿qué relación tenía este personaje con este otro?, ¿por qué crees que el personaje actuó de esta manera?, ¿qué hubieras hecho tú en esta situación?, con estas preguntas podemos trabajar la comprensión lectora de los niños(as) y ayudarles a construir significados. Esta actividad ademas de fomentar comprensión y expresión, amplía el vocabulario con palabras poco frecuentes y trata temas del mundo que estimulan la teoría de la mente, la comprensión de pensamientos, deseos y emociones propios y ajenos favoreciendo empatía, éxito escolar y social (Wellman, H., 2016).
Algunas actividades
Cadena de Palabras
Este juego consiste en decir palabras encadenadas, donde cada nueva palabra debe comenzar con la última sílaba de la palabra anterior. Por ejemplo, si una persona dice “gato”, la siguiente puede decir “tomate”, y luego “teléfono”, y así sucesivamente. Este juego estimula el desarrollo del lenguaje, mejora la atención y la memoria verbal, amplía el vocabulario y refuerza la conciencia silábica de forma divertida y participativa. Es ideal para jugar en familia o en grupo.
Narración creativa a través de imágenes
En esta actividad, los niños lanzan un dado con imágenes y, a partir de la imagen que obtienen, inventan una historia que puede ser simple o más elaborada según su edad y nivel de lenguaje. Esta dinámica estimula la imaginación, la creatividad y el desarrollo de habilidades lingüísticas, ya que los niños deben organizar ideas, construir oraciones y expresar emociones o acciones. Es ideal que el cuidador participe activamente, acompañando el proceso con preguntas que amplíen el relato, como “¿Qué pasó después?” o “¿Cómo se sintió el personaje?”, y aportando vocabulario nuevo o detalles que enriquezcan la narración. Además, el cuidador puede reforzar el contenido oral escribiendo la historia del niño o animándolo a ilustrarla, fortaleciendo así la conexión entre el lenguaje hablado, la comprensión y la expresión creativa.
Vamos a rimar
En esta actividad, los niños se introducen en el mundo de las rimas a través de la lectura de poemas y canciones infantiles, repitiendo versos sencillos y reconociendo el sonido final de las palabras. Luego, mediante el juego con tarjetas ilustradas, buscan parejas de palabras que rimen (como “gato” y “zapato”) y, con ayuda del adulto, crean pequeñas rimas divertidas que comparten en voz alta. Para cerrar, cada niño dibuja una escena relacionada con su rima y la presenta al grupo, reforzando así su expresión oral, la conciencia fonológica, la creatividad y la sensibilidad auditiva de manera lúdica y participativa.
Lectura compartida
Establecer una rutina de lectura diaria con tu hijo(a) es una excelente manera de fortalecer su desarrollo y el vínculo afectivo entre ustedes. No es necesario leer todo el cuento en una sola sesión; lo importante es disfrutar del momento compartido y permitir que el niño explore el libro contigo. Anímalo a participar activamente: puede elegir el libro que más le llame la atención, pasar las páginas, señalar imágenes, repetir palabras o frases, hacer preguntas o incluso inventar lo que podría pasar después. Estas pequeñas acciones lo ayudan a desarrollar su lenguaje, su imaginación y su gusto por la lectura. Recuerda que lo más valioso no es la cantidad de texto leído, sino la calidad del tiempo compartido y el interés que el niño va construyendo por los libros gracias a tu acompañamiento cercano y afectivo.
Enriquecer el vocabulario y la categorización semántica
Desarrollar conciencia fonológica de forma temprana
Durante este tipo de actividades se busca que el niño desarrolle habilidades de segmentar el lenguaje en componentes más pequeños. Para ello, se recomienda que el niño empiece por identificar palabras dentro de una frase, luego sílabas dentro de una palabra y finalmente los sonidos de las letras o fonemas de las palabras. Este objetivo se puede promover a través de estrategias como palmadas rítmicas ante cada segmentación del lenguaje, lectura compartida, entre otros.
Bibliografía
Owens, R. (2003). Desarrollo del lenguaje. Editorial Pearson Educación.
Jiménez González, J. E., & Ortiz González, M. del R. (2007). Conciencia fonológica y aprendizaje de la lectura : teoría, evaluación e intervención. Editorial: Síntesis
Karmiloff, K., & Karmiloff-Smith, A. (2005). Hacia el lenguaje: del feto al adolescente (Vol. 28). Ediciones Morata.
Rodríguez, J. J., & Santana, A. M. M. (2010). Adquisición y desarrollo del lenguaje. Psicología del desarrollo en la etapa de educación infantil, 2(5).
Flórez Romero, R., Restrepo, M. A., & Schwanenflugel, P. (2007). Alfabetismo emergente: investigación, teoría y práctica. El caso de la lectura. Universidad Nacional.
Wellman, H. M. . (2016). Cognición social y educación: teoría de la mente. Pensamiento Educativo, Revista De Investigación Latinoamericana (PEL), 53(1). https://doi.org/10.7764/PEL.53.1.2016.2
Investigadores